Infancias en Pandemia
MARTES DE TERAPIA
“Infancias en pandemia” por la Lic. y Prof. Daniela Godoy, miembro del equipo del IPPL
Quisiera compartir algunas reflexiones para invitarnos a pensar y repensar lo que estamos atravesando, porque lo que devenga de este momento no será fijo e inamovible pero si crucial para nuestras vidas, y más si pensamos en las niñeces y adolescencias.
En un momento en el que la cuarentena y el aislamiento social agudiza la rotura con el lazo social, la desconfianza, el individualisimo, la violencia y ver al otro como amenaza son manifestaciones de un malestar que hablan del sufrimiento subjetivo. Muchas veces el malestar es un indicador de Salud, por lo tanto no patologizar estas manifestaciones y habilitar la escucha de estas es fundamental.
Por ejemplo encontramos en la clínica, padres y madres angustiados que nos remiten situaciones de sus hijos e hijas que les llaman la atención, como el volver a dormir con ellos y ellas, el uso de chupete, detenciones en la adquisición del habla. Estas cuestiones muchas veces tienen que ver con reparaciones que los niños y las niñas ponen en juego. Nos pone de manifiesto la dinámica del crecimiento, que no es lineal. Lejos de ser una regresión a un lugar fijo es un movimiento continuo.
Estos papás y mamás contaban con otros adultos que acompañaban la crianza (los docentes por ejemplo). La Escuela es un espacio social más que un espacio pedagógico, en ella se juegan aspectos sociales y emocionales. La escuela acompaña, sostiene, mitiga la violencia, es un lugar donde también se pueden denunciar situaciones abusivas.
Es importante que las niñeces y los y las adolescentes puedan encontrar este espacio. “Que la escuela esté para el chico, que sea un “otro espacio” como lo ha sido siempre”. Dentro de las pérdidas que han venido con la alteración de la escuela tal y como la vivíamos, están los rituales en la escuela. Se extrañan los recreos dónde los juegos y las reglas son inventadas por los chicas y los chicos, dónde se vive un momento de encuentro único.
También rituales que nos sostienen en el tiempo, que nos constituyen, nos historizan y nos subjetivan, como la presentación de camperas, el pasaje de la primaria a la secundaria. Estas pérdidas traen angustia y frustración en adolescentes que esperaron este momento y lo planearon. Pero también ha puesto en juego la creatividad, el deseo de encuentro en este contexto singularisimo, que trae nuevos modos de hacer escuela, nuevas modalidades de habitar espacios.
Parafraseando a Dejours: “Hay Salud Mental cuándo se permite la esperanza, que no significa pensar que va a estar todo bien, sino pensar qué esfuerzos tenemos que hacer para darle cabida a nuestros sufrimientos”.
María Daniela Godoy
Lic y Prof. en Psicología