Cómo reducir el estrés en el embarazo
En el día de hoy, Roberta Gorischnik nos habla acerca del momento del embarazo, invitándonos a conocer cómo pueden procesar las mujeres sus emociones y cambios físicos durante el tránsito por el mismo, y brindándonos algunos consejos para poder afrontar y reducir el estrés que este estado puede producir.
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El embarazo suele ser un momento muy importante en la vida de cualquier pareja. Posee una carga afectiva muy importante y moviliza un gran número de emociones y ansiedades, más allá de las circunstancias en que este se presente, tanto si es buscado como si no, y sus múltiples variables.
Cada pareja, y más aún cada embarazada y en cada embarazo se vivencian las situaciones cotidianas de manera diferente,
La mujer entonces puede reaccionar de diferentes formas ante situaciones parecidas, y tanto los cambios “psíquicos y fisiológicos del embarazo” como los antecedentes y la situación actual la llevarán a procesar respuestas diferentes.
Quienes acompañamos y/o asistimos a la mujer y a la pareja podemos movilizarla para que se pregunte:
¿Percibe cambios físicos y emocionales?, ¿ello ha modificado la relación con su familia?
¿Qué límites físicos y emocionales tolera?
¿Trabaja y se exige igual que antes de estar embarazada?
¿Se permite descansar un momento en un lugar tranquilo, donde pueda relajarse?
¿Realiza actividad física, cuida su alimentación?
¿Tiene alguien con quien compartir sus emociones, afectos, preocupaciones?
Alguna indicaciones que pueden resultar positivas, tiene que ver con estos aspectos; percibirse, comprender que el estar embarazada es un estado muy especial, que plantea una mayor exigencia física y psíquica para la pareja.
Desnaturalizar, pensarse, interrogarse, atender a algunos hábitos como el dormir, alimentarse, descansar, recrearse, etc. pueden ser acciones muy importantes devenidas en estrategias de afrontamiento para el estrés que el embarazo produce.
Puede ser muy favorable:
• Compartir los miedos y/o preocupaciones con la persona de la familia que se ve más involucrada en la llegada del bebé (generalmente la pareja) a quien a veces no se le da la oportunidad de expresarse y evitar situaciones de conflicto por esta falta de comunicación.
• Consultar cualquier duda con su obstétrica o médico de confianza.
• Tratar de concurrir al curso de psicoprofilaxis o las charlas de preparación para el parto para compartir sus experiencias con otras futuras madres.